La industria minera ha empezado a valorar el impacto de sus operaciones y productos a lo largo de la cadena de valor en la medida en que los estándares ESG son adoptados por las legislaciones de distintos países y son un criterio cada día más importante para los inversionistas.
Andrew Lane y John O’Brien de Deloitte afirman que “las empresas mineras también tienen el ojo puesto en la economía circular. Según el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible, la economía circular representa una oportunidad de 4,5 billones de dólares estadounidenses para el crecimiento económico mundial para 2030”.
Los autores aseguran que el reprocesamiento “permitirá a las organizaciones volverse menos dependientes de la extracción primaria de recursos finitos y redefinir su propósito corporativo”.
Aquí puedes consultar el artículo de Deloitte.