“La volatilidad extrema de los precios volvió al mercado del níquel en la Bolsa de Metales de Londres (LME) la semana pasada, ya que los efectos secundarios de la restricción de precios de marzo y la posterior suspensión de las operaciones continúan repercutiendo, empeorando las condiciones comerciales y causando una confusión generalizada entre compradores y vendedores”, informa Argus aludiendo al caos en la bolsa de metales de Londres.
Los precios habían aumentado por fake news acerca de un incendio de una planta china situada en Indonesia. A ello se agregó información sobre fugas en una presa de relaves en la mina de níquel Goro del consorcio Prony Resources.
En la segunda semana de noviembre los precios del níquel subieron un 30%. Estas tremendas oscilaciones que dañan la confianza en los precios de referencia, ocurren justo después de que la bolsa de Londres decidiera seguir comercializando el metal proveniente Rusia.