La cautela en los mercados de ferroaleaciones empezó a hacerse sentir en el transcurso de abril y se intensificó en mayo: los precios estuvieron a la baja en casi todas las regiones y productos, con algunas excepciones clave.
Este impulso a la baja permanecerá al menos hasta que se conozcan las proyecciones de compra de los usuarios finales del sector del acero para sus planes de fundición del tercer trimestre.
No obstante, hasta ahora se puede pensar que los planes de compra no serán muy auspiciosos debido a una serie de factores: disponibilidad limitada, sanciones rusas, fuerte consumo subyacente en los sectores automotriz y de la construcción, costos de flete elevados, escasez de contenedores en medio de los bloqueos de Covid en China, aumento de los costos de energía, y una inflación galopante. A eso se suma el debilitamiento de los precios del acero y de las materias primas, lo que reduce la demanda de insumos de ferroaleaciones.
Las perspectivas para los mercados de ferroaleaciones están poco claras debido a la incertidumbre y el nerviosismo en el mercado del acero. Los niveles de demanda cayeron en mayo debido a una combinación factores como un alto stock acumulado por las compras frenéticas después del estallido de la guerra en Ucrania, así como la destrucción de la demanda causada por los altos precios del acero en ese momento. Es difícil juzgar cuánto de esa caída reciente en la demanda de acero se debe a un menor consumo en los mercados de usuarios finales, y cuánto a un alto nivel de almacenamiento anterior. Todo ello dificulta prever la demanda en los próximos meses.