La demanda de vanadio crecerá debido al aumento del uso de baterías de flujo redox de vanadio (VRFB) vinculado a la transición energética y a la necesidad de almacenamiento de energía eólica y solar. La VRFB es una batería de flujo recargable que utiliza iones de vanadio para el almacenamiento de energía, principalmente en aplicaciones a escala de red de mayor duración (más de 4 horas).
El vanadio -un metal dúctil, pero duro, poco abundante- ha estado históricamente vinculado al mercado de las aleaciones de acero. Y aunque el vanadio seguirá utilizándose para el acero, las aleaciones de titanio y los productos químicos, las VRFB serán las que más impactarán en el crecimiento del mercado.
Se calcula que en 2040 el almacenamiento de energía dependerá en un 15% a 40% de las VRFB (hoy representan menos del 1%).